A todos alguna vez nos ha pasado que al entrar en una web nos molesta un montón lo que vemos. Esto puede ser motivado por los colores estridentes, las imágenes horrorosas, las animaciones de mal gusto o por la retorcida estructura del contenido.
El tema es que, en cuestión de segundos, los ojos te empiezan a hacer chiribitas y te entran muchas ganas de cerrar la ventana del navegador, coger la puerta y largarte.
Si tienes realmente interés en lo que andas buscando, aguantas un poco, y empiezas a leer para ver si encuentras lo más rápido posible la información que necesitas o el producto o servicio que te hace falta en ese momento.
Pero es entonces cuando suele suceder que navegar por esa web se vuelve una misión imposible. Te pierdes a la primera de cambio, se te abren ventanas con anuncios que no puedes cerrar, no hay manera de volver atrás y, para el colmo de los colmos, no consigues encontrar nada que te convenza.
Y ahí es cuando te niegas a continuar perdiendo tu valioso tiempo, y piensas algo así como:
“Me vuelvo a Google para buscar otro sitio web decente o lo dejo estar para otro momento porque esta web me está poniendo de los nervios”.
Y es que cuando no te gusta lo que ven tus ojos y no encuentras lo que andas buscando, la misión de buscar en la red se vuelve un drama que te acaba desesperando.
Y hablando de dramas…
Es una pena ver como muchos profesionales no le están dando la importancia al diseño centrado en el usuario que merece su proyecto y están perdiendo clientes que salen disparados de sus páginas web.
Pero ¿qué es esto del diseño centrado en el usuario?
Es básicamente diseñar entrando en la cabeza de tu usuario ideal, teniendo en mente sus necesidades, deseos y objeciones cuando aterrizan y navegan por tu web.
Su finalidad es la creación de páginas web que sean atractivas y funcionales, y facilitar la navegación de las personas que visitan tu web para que tengan una experiencia de usuario agradable, fácil y satisfactoria.
Esta filosofía de diseño se rige principalmente por el principio de la SIMPLICIDAD.
Menos es más.
En esta técnica de diseño web la opción más sencilla siempre es la más adecuada. Por ponerte un ejemplo, a la hora de crear una página web hay que intentar que los pasos necesarios para conseguir una conversión sean siempre los menos posibles.
Tu sitio web debe ser intuitivo, con esto quiero decir que debe ser fácil de usar y que todo debe estar donde tu usuario espera encontrarlo para que su experiencia de navegación no sea frustrante.
Es importante deshacerse de todos aquellos elementos de diseño que entorpecen la navegación, sobre todo aquellos que recargan la web, son innecesarios y no hacen más que molestar, como efectos, texturas o imágenes que no aportan nada.
Y, por supuesto, es de manual que se aplique un diseño web responsive para garantizar la correcta visualización de tu web desde distintos dispositivos. Pues lo dicho, que la navegación debe ser igual de agradable y fácil desde un ordenador, portátil, tablet o móvil.
En resumidas cuentas, el diseño centrado en el usuario es importante para venderse en la red porque te ayuda a convertir tus visitas en clientes.
El diseño web centrado en el usuario es una de nuestras especialidades para que te olvides de aquellas webs que se convierten en dramas. Si piensas que te puede interesar estaremos encantados de que nos cuentes sobre tu negocio.
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